Opciones

Mindfulness Programa Reducción del Estrés

Durante la meditación diaria, en mi silencio personal profundizo…viajo al centro de mi mente y de mi corazón buscando un espacio seguro donde tener unos momentos de descanso y de apoyo. Quiero sentirme cómoda conmigo, cómoda con las circunstancias que vivo, cómoda con las personas a mi alrededor.

Busco paz en mi mente ansiosa, con mis pensamientos alborotados y con los sentimientos confusos…busco paz dentro del caos, descubro la calma mental, la auto-regulación y el balance emocional en esos momentos difíciles cuando a veces el dolor y la angustia no me dejan respirar… observo… trato de entender qué es lo que sucede, y cómo me afecta…

Respiro despacio y centro la energía en el corazón donde encuentro estabilidad. Sin importar lo que esté en mi corazón siempre hay una razón que apoya el sentimiento. Una coherencia de por qué está allí. Estoy segura que por algún motivo lógico estoy sintiendo lo que estoy sintiendo y nace un profundo respeto. La aceptación de lo que sucede, de lo que siento y de lo que pienso. Es correcto. Ésta verdad está allí por algún motivo. Y voy a averiguar no solamente cuál es sino también que quiero hacer con esa información.

En la meditación encuentro la conexión de lo que siento con lo que sucede. La inteligencia emocional que me lleva hacia la madurez de la decisión correcta y adecuada. Me da tranquilidad, y la respuesta a mis preguntas; a veces ofrece una salida sana a lo que no entiendo o una posición confiable a lo que no logro descifrar.

Me doy cuenta que puedo elegir qué actitud quiero tomar, qué posición quiero asumir ante un evento o una situación compleja donde no hay posición ganadora.

¿Que decisión me siento cómoda de elegir? Busco pros y contras. Busco la balanza. Busco consecuencias futuras. Busco cómo me voy a sentir después, y qué implica para los demás. Busco una postura asertiva que traiga estabilidad. Y que no haga daño a nadie.

Busco cómo amar un poco más; cómo dar un poco más, sin dañarme y sin quedarme sin nada. Desde mi inteligencia y mi centro emocional encuentro cuál es el camino que quiero tomar que no me ata, y que me permite ofrecer lo mejor que tengo para dar.

Cuando no tengo el privilegio de elegir me siento presionada; a veces aún con la presión respondo con alegría… a veces puedo fluir y está bien; a veces me dejo llevar con sutileza y cedo… y a veces me estrello con rebeldía y todo mi ser se revela con resentimiento y sentimiento de obligación…

medito…

observo…

busco mis respuestas…

Cuando no puedo elegir siento que se agota la motivación de vivir la vida que elegí vivir, se disminuye el impulso de ser creativa y buscar las oportunidades que necesito; pierdo mi energía; lentamente y poco a poco voy perdiendo también mi alegría. Se desvanece la esperanza. Llega la tristeza… me siento atrapada… necesito sentirme libre. Libre de pensar, libre de sentir, de buscar espacios que me gusten donde pueda aprender y aportarle a los demás, libre para ser ese maravilloso ser que he ido descubriendo dentro de mí y de permitirle que salga a la luz… con sus sombras y días lluviosos, con todo lo que conlleva ser lo que soy.

Para poder elegir me centro en lo que quiero, me tomo el tiempo que necesito para recuperar mi ritmo; decanto mis emociones hasta el silencio y tomo poder de mi propia vida, que a veces proponérmelo le entrego a los demás. Observo mis opciones para finalmente elegir libremente con toda mi sabiduría interior.

Me pregunto una y otra vez:

¿Qué es lo importante y valioso para mí?

¿Qué le añade motivación a mi vida?

¿Por qué a veces me siento tan cansada?

¿A quién estoy complaciendo?

Sincronizo con mis valores… y continúo…

¿En dónde quiero invertir mi energía?

¿Tengo la responsabilidad y el compromiso para terminar lo que empecé?

¿En qué me gustaría invertir mi tiempo, mi energía y mis recursos?

¿cómo afecta esto a los que están a mi alrededor?

Observo; pienso; siento; decanto; Elijo con Consciencia Plena. Elecciones desde la sabiduría de mi corazón y de mi mente, con equilibrio, pensando en mi bienestar y el de los que están conmigo; con sencillez y simpleza. ¿Dónde está la mejor opción?

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